Este año nos centramos en la responsabilidad como un valor esencial que queremos que nuestros alumnos vivan y reflejen en su día a día. Al observar el mundo que nos rodea, lleno de desafíos y dificultades, comprendemos que no podemos permanecer indiferentes.
Responder de nuestras obligaciones y tareas, organizar nuestro tiempo, saber qué es lo prioritario, lo importante, lo necesario… son decisiones que vamos tomando cada momento.
La responsabilidad implica tomar decisiones conscientes, actuar con empatía y asumir las consecuencias de nuestros actos, todo ello inspirado en los valores que nos enseñó Jesús.
Ser responsable, saber dar respuesta a cada situación, persona, nos anima a tener una mirada que ve más allá de lo superficial, nos exige estar atentos y tomar postura. Ser responsable es tener la habilidad de saber dar respuestas con sabiduría.
¿Cómo? No de cualquier manera, sino al estilo de Jesús y de Santa Rafaela María.
¿Cuál es la meta? Ser PIEZA importante en crear un mundo más fraterno, justo y solidario.
En nuestro estilo educativo, la espiritualidad ACI nos guía a entender que ser responsables no solo significa cumplir con nuestras obligaciones, sino también cuidar de los demás, del entorno y de nuestra relación con Dios. Esto nos impulsa a vivir de acuerdo con el Evangelio, promoviendo la justicia, la solidaridad y el amor al prójimo. Queremos que nuestros alumnos descubran en Jesús un modelo de responsabilidad, alguien que, con su vida, nos enseña a comprometernos con el bien común y a trabajar por un mundo más justo y solidario.
Cada pequeño gesto cuenta, y en el esfuerzo continuo por hacer lo correcto, nuestros alumnos tienen la oportunidad de vivir una responsabilidad que trasciende lo personal y se conecta con el servicio a los demás y a Dios. Así, en cada acción, buscamos reflejar el amor y la responsabilidad que Jesús nos enseñó, construyendo juntos un camino de crecimiento personal y espiritual.
Esta es la invitación de este curso, ser PIEZA que es responsable de sí misma, que sabe que lo que ella no aporta se queda sin construir, pieza en la vida de los demás, del entorno, del cuidado del mundo… y PIEZA como Jesús que es la “piedra fundamental” o como Sta Rafaela Mª que es “piedra del cimiento del edificio”.